LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y
COMUNICACIÓN (TIC) Y SU IMPACTO EN LA EDUCACIÓN DEL SIGLO XXI
Con
el nacimiento y a su vez, la irrupción de las nuevas Tecnologías de la
Información y la Comunicación (TIC) en la sociedad actual, se han producido
importantes cambios en la manera de vivir, de concebir la realidad, en la forma
de interactuar y de aprender.
Realizando
un análisis del artículo publicado en la Revista NEGOTIUM, de los autores Anderson
Olivar y Alfredo Daza, que lleva como título “Las Tecnologías de la Información
y Comunicación (TIC) y su Impacto en la Educación del Siglo XXI”, se puede
apreciar la importancia que tiene el aprendizaje en la nueva concepción social,
donde vaticinan que se pasará de una sociedad bien informada a una más formada.
En
este escrito, los autores detallan la evolución de las TIC y los efectos en el
proceso educativo, sobre la base del audiovisual, como una forma diversificada
de expresión y no como recurso tecnológico. Además afirman, que la sociedad de
la información ha sido influenciada por la utilización de los medios, no
obstante hay resistencia de muchos educadores, en los contextos educativos
formales, que aún estructuran planes de estudio centrados en la cultura de la
imprenta, para un estudiante que vive inmerso en los modos de vida de las
nuevas tecnologías, generando una crisis en el desarrollo de la enseñanza y el
aprendizaje.
Olivar
y Daza manifiestan la importancia de las TIC, para mejorar el rendimiento del
estudiantado y a la vez, incentivar al profesorado en la utilización de las
nuevas herramientas. Sin embargo, los investigadores reiteran que uno de los
problemas que enfrentan muchos centros educativos, es el de no contar con los
recursos mínimos necesarios para dotarse de computadoras, como a su vez, la
dificultad de acceder al internet.
El
otro punto que tocan, es con respecto a los contextos educativos no formales,
donde vaticinan que el cambio es más probable, ya que la colectividad, en sus
diferentes actividades que realizan, muchas son ejecutadas con los actuales
instrumentos tecnológicos, que facilitan la comunicación entre sus pares.
En
la disertación de estos autores, se puede apreciar su preocupación sobre el uso
que le dan los docentes a las computadoras, que son solo procesadores de
palabras o con fine lúdicos, no utilizados para la enseñanza.
Con
respecto a la familia, manifiestan que han sido influenciadas por los medios de
comunicación, en especial la televisión. Donde los jóvenes, dedican mucho
tiempo, que sobrepasa de manera alarmante al dedicado al estudio.
Anderson
Olivar y Alfredo Daza, sostienen la idea de concebir materiales de aprendizaje,
que tenga como soporte las nuevas tecnologías, a su vez, relacionar al docente
y a los alumnos, para facilitar la transferencia de conocimientos, en un contexto educativo dominado por la
cultura audiovisual y a la vez, el escolar pueda construir su propio aprendizaje.
Todo se trata de presentar la información bajo el concepto didáctico, para que
sea más efectivo, dinámico y agradable el desarrollo de la enseñanza y el
aprendizaje, para que sea un agente motivador y que genere en el estudiante el
placer de aprender.
Pero
al mismo tiempo, hay que generar un alejamiento de los medios de comunicación,
para así poder entender sus efectos, para formar usuarios más críticos y
capaces de entender aún más la pedagogía de la imagen.
No
hay dudas para estos investigadores, que el proceso educativo de este nuevo
siglo, se centra en lo audiovisual, pero no como recurso tecnológico, sino más
como forma diferenciada de expresión, donde también el educador tendrá un rol
imprescindible.